MANUAL DE BUSQUEDA DE ORIGEN BIOLÓGICO

A nivel introductorio, os dejamos esta guía que hemos preparado con la colaboración de MyHeritage, que indica los pasos a seguir cuando salta una coincidencia de primo/a segundo/a

Este apartado se centra en encontrar tatarabuelos comunes, es decir, en coincidencias de prim@ tercer@. Que quede claro, no es un camino de rosas, normalmente hay muchas trabas en el camino. Hay parientes que no colaboran, las búsquedas en Internet en ocasiones no dan frutos, algunos registros y algunos ayuntamientos nos ponen pegas (aquí tenemos que ser insistentes, no dejarnos avasallar, ya que tenemos más derechos de los que aparenta, la ley de protección de datos, por ejemplo, no puede hacer nada contra el acceso público al registro civil). Pero es la herramienta que no depende de las autoridades, es gracias a nuestro esfuerzo y a mi modo de ver el mejor método, hasta que los poderes públicos actúen, de conseguir reencuentros efectivos. La utilidad es para las personas que buscan origen biológico. Ellos tienen la llave. A las familias que buscamos bebés robados solo nos queda hacernos el test y esperar a que ellos se lo hagan, pero el que el máximo de porcentaje de población se haga este tipo de test es lo que va a facilitar exponencialmente estos reencuentros. Hay que difundir como sea, a través de asociaciones, prensa y tv, servicios sociales y resto de instituciones.

En primer lugar, tenemos que llegar al antepasado común. Hay que construir su árbol genealógico.

Si la coincidencia es de parentesco más próximo, la dificultad se reduce considerablemente, y si es más lejana, aumenta de manera todavía más considerable, aunque cada caso es diferente.

Por eso, volvemos a lo de siempre. Hay que difundir el mensaje de que todo el mundo se haga el test, promocionarlo lo máximo posible. Es la herramienta que nos va a permitir que los reencuentros estén a la orden del día, esperemos que en un futuro inmediato. Esto haría que en lugar de trabajar con prim@s tercer@s pudiéramos trabajar con prim@s segund@s o, si conseguimos una buena cuota de población que se haga el test, con prim@s herman@s, con lo cual los reencuentros serían casi automáticos.

Personalmente opino que trabajar con prim@s cuart@s es bastante locura, es mejor tratar de difundir el mensaje de que todo el mundo se haga el test, sobre todo por la zona de origen de nuestros ancestros, a ponerse a trabajar construyendo los árboles de antepasados lejanos, pero como ya he dicho cada caso es diferente. Si es nuestra única opción, también se puede ir por esa vía y la suerte hay que buscarla.

Para ver el porcentaje o los cM compartidos de ADN con un pariente que nos da coincidencia de ADN, se puede utilizar esta tabla. Si el ADN compartido es inferior a 60 cM o al 0,8%, lo más probable es que no sea un prim@ tercer@ (aunque puede serlo de segunda generación, es decir, una de las dos personas que coinciden es hij@ del prim@ tercer@ del otro, e igual se puede trabajar).

Para calcular estos parentescos,  recomendamos el cuadro que aparece en ISOOG . También podéis echar un vistazo a la siguiente dirección, aunque también está en ingles, para tratar de descubrir el parentesco común. Tiene la ventaja de que puedes introducir la cantidad de cM o del porcentaje de ADN compartido para ver el parentesco.

Nuestra colaboradora Teresa Casero ha preparado este cuadro en castellano, al que puedes acceder haciendo clic en la siguiente imagen:


NOTA: puede ser que los porcentajes reales no se correspondan con los que hemos obtenido de los cuadros. Conviene echar un vistazo a nuestra sección de incidencias en los cálculos, para tener en cuenta los factores "extraordinarios" que pueden incidir en este cálculo.

Cómo construir el árbol genealógico de un prim@ tercer@.

Tenemos que descubrir las 8 parejas de tatarabuelos de este prim@. Hay que rellenar un cuadro similar a éste:

- TO: tatarabuelo

- TA: tatarabuela

Las mejores opciones son:

1) La propia aplicación. En ocasiones, las personas que se hacen este tipo de test son amantes de la genealogía, por lo que tienen unos cuadros completísimos que nos permiten rellenar el cuadro sin problemas.

2) Otras aplicaciones de genealogía en Internet, como familytreedna, geneanet o familysearch, donde la gente publica sus árboles genealógicos.

3) Preguntando al propio pariente (al final, si el pariente colabora, pasa a ser la mejor opción, ya que es posible que le necesitemos en el futuro para hacer las líneas descendientes). Las propias aplicaciones tienen servicios de mensajería o dejan un correo electrónico de contacto. Es recomendable tratar de entablar una relación cordial con el pariente, tal vez no debamos contar nuestra historia desde el principio. Pero esto es orientativo. Hay personas que desde un principio se muestran totalmente dispuestas a ayudar.
Cuando vemos que el pariente no responde, es posible que tenga la aplicación un tanto abandonada, por lo que podemos intentar localizarlo a través de Internet, normalmente Facebook, Twiteer, Instagram, cuenta de Google plus o linkedin.
Incluso aunque no consigamos contactar con él o no muestre ningún interés, podemos intentar contactar con algún familiar directo (padre, madre, hermano,..) que pueden mostrarse más accesibles. Hay que perseverar, no bajemos los brazos. Puede que personarse en el lugar de residencia de estos parientes también funcione (casi como último recurso), pero depende de muchos factores.

4) Registro Civil. Conociendo el nombre y apellidos, fecha de nacimiento y lugar (provincia) de nacimiento, podemos acceder a la partida de nacimiento de cualquier persona, donde constan los nombres de sus ascendientes. Este documento es público, por lo que se puede solicitar en cualquier registro civil. Las restricciones al acceso, reflejadas en el código civil, son mínimas (cambio de sexo, matrimonio oculto y..adoptados*). Cuando los datos de las personas son anteriores a 1951, al no estar digitalizado, es posible que tengamos que trasladar la petición al registro de origen (se puede hacer a través de cualquier registro e incluso por Internet). Pero en estos casos, podemos llamar a los ayuntamientos, que es posible que nos faciliten esa información, sobre todo si hablamos de pequeñas poblaciones.

5) Búsquedas en Internet, sobre todo de esquelas, en hemerotecas de diarios por ejemplo, nos pueden dar bastante información familiar de estas personas.

(*) Este dato puede ser interesante en otro tipo de búsquedas. Si dudas si una persona consta como adoptada o no, puedes solicitar su partida de nacimiento al Registro Civil. Si no te la dan, porque su publicidad está restringida, lo más probable es que conste como adoptada en su partida de nacimiento.

Cómo descubrir el antepasado común

1) Disponemos de otro pariente con segmentos triangulados (compartimos ancestro).

Tanto en 23andme, MyHeritage y Gedmatch Génesis se dispone de una herramienta que permite triangular segmentos de ADN. Esto quiere decir que si encontramos a dos prim@s tercer@s con los que compartimos segmentos triangulados, compartimos con ellos un antepasado común. Lo más probable es que ese antepasado común sea el tatarabuelo, sobre todo si los porcentajes de ADN compartidos son similares. No es una ciencia exacta, pero por experiencia personal considero que es altamente fiable. Lo comentado anteriormente sobre las zonas endogámicas puede alterar este resultado. Sería demasiada casualidad, pero es posible. Más adelante lo intento aclarar.

Para poder observar las triangulaciones, disponemos de las siguientes herramientas:

- 23andme: DNA comparison.

- MyHeritage: Buscador de Cromosomas.

- Gedmatch Génesis: 3D Chromosome Browser

En este caso, lo principal es construir el árbol genealógico del otro pariente con segmentos triangulados. Si la coincidencia de prim@s tercer@s es pura, veremos que estos dos parientes lejanos tienen una pareja de tatarabuelos común, que también serían nuestros tatarabuelos. Ya tendríamos completada la primera fase, y podemos empezar la búsqueda hacia abajo.

2) No disponemos de segmentos triangulados o estas triangulaciones no nos llevan al antepasado común.

En este caso, necesitamos que los parientes colaboren sí o sí. No hace falta que sea el propio prim@ tercer@, pero tenemos que convencer a sus allegados de que se hagan el test de ADN, y es recomendable ofrecerse a correr con todos los gastos. Tanto 23andme como MyHeritage ofrecen el envío del kit a otra persona de manera bastante sencilla. Para realizar estos test adicionales no tengo preferencias, podría ser la más barata, podemos aprovechar las diferentes ofertas que a veces van saliendo.

Volvemos a la tabla anterior donde hemos elaborado el árbol genealógico. Tenemos que conseguir que se haga el test uno de los padres del prim@ tercer@. A veces no es posible que se haga ninguno de los dos, pero tenemos sustitut@s que nos pueden servir perfectamente y ser igual de fiables.

Por intuición o por los apellidos más probables nos podemos decantar por una rama u otra (paterna o materna). El hecho de que el resultado dé negativo no incide, nos lleva a la otra rama.

Vamos a suponer que no conseguimos que se haga el test ni la madre ni el padre del prim@ tercer@, pero accede a hacérselo un herman@ de la madre o uno de sus descendientes.

Si se lo hace un sobrin@ de la madre, pueden suceder dos cosas (hay alguna opción más, pero sería una enorme - y grata a priori- casualidad que no coviene analizar para no liarnos):

a) El resultado da negativo. Por tanto, descartamos la rama de la madre y nos centramos en la rama del padre, ya hemos descartado 4 parejas de tatarabuelos.

b) El resultado da coincidencia de prim@ tercer@. El cuadro a analizar quedaría así:

Seguimos. Ahora debemos conseguir que se haga el test el abuelo2 o la abuela2. Esto seguramente sea imposible, pero podemos encontrar un sustitut@ con relativa facilidad. Un prim@ materno de la madre, por ejemplo, o uno de sus descendientes puede realizar esta función. Si se hace el test una de estas personas y da negativo, el cuadro quedaría así:

Es decir, ya solo nos quedan dos parejas de tatarabuelos a analizar. Ahora nos quedaría contactar con un descendiente de una de las parejas de tatarabuelos (por ejemplo, un descendiente de un prim@ del bisabuelo3, y en función del match saber por fin quiénes son los tatarabuelos comunes. Imaginemos que este descendiente nos da positivo, por lo que la pareja de tatarabuelos número 5 sería el antepasado común, tanto al prim@ tercer@ inicial, como a la última persona que se ha hecho el test.

Una vez conseguida esta pareja de tatarabuelos comunes (TODO UN LOGRO), ya podemos iniciar la búsqueda descendente.

Búsqueda descendente (iniciación)

Uno de los hijos de estos tatarabuelos es nuestro bisabuelo. Sabemos que no es el del prim@ terecer@ inicial ni del pariente que se ha hecho el último kit (salvo que la coincidencia sea mayor, lo cual deberíamos analizar), por lo que deberíamos analizar el resto de descendientes para encontrar nuestro bisabuel@.

Ahora toca volver a trabajar con hemerotecas, o sobre el terreno, proponiendo nuevos kits, etc... Seguramente, a estas alturas ya seamos expertos en este tema y cada uno utilizará el método más adecuado según cada caso (hablar con los descendientes por si alguien sabe algo, acudir al lugar de origen de estos antepasados, hablar con personas afectadas que sean de esa zona par pedir ayuda, convencer a los descendientes para que se hagan el test, llamar a los ayuntamientos, etc...).

Si suponemos que cada pareja tiene 5 descendientes (como dato medio) y si conseguimos hacer todo el árbol descendente de estos tatarabuelos, tenemos 3 posibles bisabuelos (ya sabemos que hay dos que no pueden ser nuestro bisabuel@ porque el match hubiera sido superior), 15 posibles abuelos y 65 posibles padres.

Es decir que entre esas 65 personas tenemos 50 tí@sterceros, 10 tí@ssegundos, 4 tí@sy la persona que queda sería nuestro padre o nuestra madre.

Por último, vuelvo a señalar la importancia de que todo el mundo se haga el test. Si en lugar de coincidencia de prim@ tercer@ tenemos coincidencia de prim@ segund@, además de que resulta más sencillo realizar los árboles, es más fácil que los parientes conozcan el caso, en caso de tener que solicitar kits adicionales serían menos, etc, estaríamos hablando de que la búsqueda descendente se reduciría a 13 personas (serían 8 tí@ssegundos, 4 tí@sy el padre o la madre), teniendo en cuenta el criterio de 5 hijos por pareja.

¡MUCHA SUERTE Y A TRABAJAR!